El 20 de junio de 2021, a pesar de los efectos de la pandemia del Covid y las limitaciones en el número de personas que pueden asistira las reuniones públicas, para los Dominicos también fue un día especial. porque nuestros Hermanos el P. Martin, OP., P. Albert, OP. Y el P. Henry, OP. fueron ordenados sacerdotes en la Capilla de Rosary Hill School, St. Albert Priory aquí en Hong Kong.

La ceremonia fue presidida por su Eminencia el Cardenal John Tong Hon, Administrador Apostólico de la Diócesis de Hong Kong, quien siempre ha apoyado a nuestros frailes en Hong Kong y Macao. También estuvieron presentes el Cardenal Joseph Zen y Mons Javier, Delegado de la Santa Sede.

La Eucaristía de la Ordenación comenzó a las 3:00 pm y contó con la presencia de todos nuestros Hermanos Dominicos residentes en Hong Kong. También participarons en la celebración algunos de los familiares y amigos de los tres Hermanos así como sus profesores y compañeros en el Seminario del Espíritu Santo, donde hicieron parte de los estudios institucionales.

La ceremonia, bjo la coordinación del P. Raymond, fue confiada a nuestros Hermanos Novicios y Estudiantes que hicieron de ella una celebración muy hermosa y solemne con sus cantos y servicio de acolitado. La Lectura del Evangelio se tomó de la liturgia del día en que se describe cómo nuestro Señor calmó la tormenta en el lago. Él ha estado con nosotros todo el tiempo y continúa haciéndolo como ha prometido en cualquier situación en que nos encontremos.

Al final de la celebración, el P. Henry pronunció su discurso de acción de gracias en el que expresó su profunda gratitud a Dios y a Su Eminencia el Cardenal John Tong Hon. También agradeció especialmente a los hermanos de la Provincia y al P. Bonifacio García Solís, nuestro Prior Provincial, y al P. Hyathinth, Prior de St. Albert Priory del Convento de St. Alberto, por su apoyo y fraterna ayuda, así como a todos los formadores y frailes de las comunidades y Provincia. 

Frente a los muchos desafíos y dificultades del momento actual, no perdemos la esperanza, y las tres promesas recién ordenadas de comprometernos a predicar por la salvación de las almas. Que el Señor conceda su abundante gracia a los Hermanos recién ordenados para que sean fieles a la misión que la Orden les econmienda por medio de la Provincia de Nuestra Señora del Rosario.