EL BANCO DELROSARIO
Dr. Aniceta F. Po (Philippines)
Sí, ¡somos banqueros! El Dr. Manuel M. Po (presidente de la Asociación de Médicos Católicos de Filipinas, 2011-2017) y una servidora (Dr. Aniceta F. Po), poseemos un banco. Somos los CEO y asistente del CEO respectivamente. No tenemos empleados, pero sí muchos voluntarios. Nuestro banco no es de la clase capitalista, monetaria; no está registrado en la Comisión Nacional del Mercado de Valores; no está cubierto por la Corporación de Depósitos y Seguros; no tiene maquinas ATM ni tarjetas ni libreta de depósitos. Pero, cualquier persona puede depositar o retirar, si no inmediatamente, sí con aviso de un par de días.
El inicio fue bastante providencial. En septiembre 2005, un oncólogo amigo, el Dr. Carlos Sy (del Opus Dei) nos pidió ayuda para colectar 2000 rosarios para una actividad importante con sobrevivientes y familias de pacientes de cáncer -vivos o muertos. Llamamos a familiares, amigos, incluyendo además nuestros pacientes. En dos semanas más o menos, yo entregué personalmente a su clínica 2000 rosarios de diferentes materiales, tamaños y colores. Pensamos que nuestro trabajo había terminado. Sin embargo, continuamos recibiendo llamadas y entregas de rosarios a nuestra casa y clínicas. Para diciembre, montones de bolsas de supermercado llenas de rosarios ocupaban parte de nuestro dormitorio. Como el 8 de diciembre es la fecha ordinaria para la primera comunión en las escuelas públicas decidimos distribuir rosarios en las escuelas públicas acompañados de folletos sobre Como rezar el Rosario. Los maestros apreciaron mucho nuestros rosarios y folletos, y nos pidieron entregas puntuales también para la catequesis. Aconsejamos a nuestros donantes no solo darnos sino pedirnos rosarios cuando hubiera necesidad en las escuelas públicas primaria y también secundaria, y guardarlos en DEPÓSITO.
La Cruzada de la Familia me invitó dos veces al programa diario de Radio Veritas, la estación católica de radio de Filipinas. Yo hablé del Banco del Rosario. Los presentadores de ese programa fueron Nova Arias de Publicaciones Voz del Pastor y Bernard Cañaveral. Al final de mi charla anuncié mis números de contacto y la dirección de la clínica como lugares de acogida y entrega de rosarios y folletos. Antes de despedirme, me acerqué a la señora Arias y pedí que, si fuere posible, nos dieran copias anteriores de sus libros y revistas. La respuesta: un gran SÍ. Todo regalado con nuestra única obligación de recogerlo. Increíble: el transporte inicial, tres furgonetas llenas de materiales de lecturas católicas. Kerigma, Didache, Sabbath Comapannion Mustard -para los estudiantes de primaria. “Pescado” -para los diez añeros-, y Gabay Didache en la vernácula. Ahora todo esto nos lo donan regularmente. Por nuestra parte, lo distribuimos en la primaria y secundaria públicas; individualmente, a estudiantes o a sus bibliotecas; a parroquias, sobre todo a las que están más lejos; a cárceles provinciales y también al penitenciario nacional y al correccional; hospicios de caridad y residencias de ancianos; a monjas misioneras, catequistas; a proyectos de organizaciones católicas en las que los beneficiados no pueden tener acceso a esas lecturas. En un país de tercer mundo -como el nuestro-, estas lecturas no son prioridades de sus presupuestos.
Ahora, llegan muchísimas peticiones de rosarios, muchas más que las donaciones. Nunca negamos cualquier petición, que llegan a cientos. Em mayor número de una petición concreta: 700. Algunas escuelas públicas, parroquias pobres nos piden miles, pero en diferentes tiempos y por lotes; por ejemplo cuando van a celebrar las primeras comuniones y actividades catequéticas. Incluso hemos enviado a Shanghái, China, y a la cárcel de Daly City en California, USA. Siempre nos llevamos un gran lote a nuestras misiones mensuales a través del país, gracias a la furgoneta móvil de cirugía del Rotary Club de San Francisco del Monte R. I. distrito 3780. Las ofrecemos opcionalmente; siempre se nos terminan, ya que algunos pacientes nos piden por extras para uno o dos miembros de la familia. Sin embargo, una vez nos negamos amablemente a donar rosarios a una escuela secundaria que nos los pidió como recuerdos para una reunión celebrativa de su 25 aniversario; les recordamos las prioridades del banco del rosario. Gracias a la bendición del Señor, nuestras reservas siempre son suficientes.
Solíamos comprar cuando nuestras reservas se agotaban. Hace tres años, aprendí a hacer rosarios y enseñé a hacerlos a otras personas que estaban interesadas. Ellas recogían los materiales que yo les daba y después me entregaban los rosarios que hacían en un ciclo continuo. Secretarias de médicos en hospitales también se ofrecieron a hacerlos. Los hacemos continuamente cuando el tiempo lo permite. Nuestra insignia son rosarios con cuentas de color azul-cielo. Cuando escribo estas líneas, ya hemos distribuido no menos de 900.000 rosarios. En el 2017, 600.000. Hasta el 2022, no menos de un millón.
Mi esposo y yo ya andamos ya en los 60 y todavía activos en la práctica médica. Yo, en OB-GIN y él en Alergia e Inmunología Pediátrica. Hemos aprendido que el tiempo y las finanzas no son los factores últimos en extender la fe. Pero que manejarlos bien es lo esencial. Pedir ayuda a otros es una práctica de humildad mientras cosechamos los frutos en dinero, especie y servicio hacia nuestra meta que refleja visiblemente la intervención de Dios y su voluntad. Nuestro trabajo es una pequeña contribución en la evangelización y reevangelización, pero hemos prometido llevar a cabo este apostolado hasta nuestro lecho de muerte.
Nota Bene: Si desean conectar con nosotros, por favor usen esta dirección email: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
(Traducción al español del original en inglés titulado “The Rosary Bank”).