El buen Dios se llevó a nuestro querido hermano Fray Guillermo Tejón OP a la otra vida el día 25 de octubre (2024), a las cuatro de la mañana en Manila.
Guillermo Tejón Hevia nació en Felechosa, Asturias (Spain) el 16 de marzo del 1930. Hizo su primera profesión, como miembro de la Provincia dominicana y misionera de Nuestra Señora del Rosario, en el Convento de Santo Tomás de Ávila el 13 de agosto del año 1946. Se ordenó de sacerdote en Salamanca el 3 de mayo de 1953. Académicamente, Fray Tejón obtuvo los títulos de Lector (de la Provincia), bachiller en literatura en la Universidad de Oxford y doctorado en filosofía, especialidad historia moderna, en la Universidad de Santo Tomás (Manila). Fue elegido Provincial en el Capítulo Provincial de 1985 celebrado en Ávila. (Cuando le informaron por teléfono -estaba entonces en San Juan- que había sido elegido Provincial, se sorprendió profundamente, y no dijo ni una palabra más).
Ejerció su ministerio apostólico en Filipinas y Hong Kong, y brevemente en Australia y Venezuela. Su ministerio académico y pastoral lo realizó principalmente en la Universidad de Santo Tomás, UST (Manila) y en San Juan (Metro Manila).
En la UST, Fray Tejón enseño varias asignaturas y ocupó distintos oficios: Vice Rector de Asuntos Académicos, Prefecto de Bibliotecas, administrador del Hospital de la Universidad de Santo Tomás, y párroco de la Parroquia del Santísimo Rosario. Fue Regente de varios colegios, incluyendo en particular la Facultad de Medicina y Cirugía en la que, además de Regente, fue Moderador de la Misiones Médicas de la Universidad, que él fundó con un grupo de médicos de la Facultad. La niña de sus ojos fue las Misiones Medicas: acompañando a los admirables médicos y enfermeras para servir a los enfermos pobres a través de toda Filipinas.
En nuestro Convento de la Santa Cruz, Fray Guillermo fue prior (1981-1984), ayudó en la misión pastoral de nuestra Parroquia, y fue director de LIFE TODAY por 25 años. Este trabajo de director -y escritor- lo llevó a cabo con gran competencia y gozo. Dio a la revista cultural con orientación católica un suave perfil espiritual. Además, escribió en ella artículos y poesías de gran contenido y calidad. Escribía muy bien -y con elegancia.
La actitud prevalente en la vida y misión de Fray Tejón es sin duda su profunda vida espiritual y su dedicación singular a la espiritualidad. No exageramos al decir que fue lo que en la edad de oro llamaban “un espiritual”.
Fray Willie fue un conocido y muy buscado director o facilitador de retiros espirituales y estimado conferenciante. Muchas religiosas/os y fieles laicos lo tenían como su director espiritual y confesor. Un hermano que convivio con él mucho tiempo, comentaba después de la muerte de Fray Tejón: “Es especialmente cuando se van que nos damos cuenta de lo grandes y buenas personas que fueron”’. Otro hermano, compañero de camino, decía en bromas -cuando aún Fray Tejón estaba en sus años activos: “No es fácil convivir con un santo”. ¿Solo en bromas?
Cuando se puso enfermo -ya hacía algunos años-, Fray Tejón centró su delicada vida casi exclusivamente a la oración, sobre todo en su vida espiritual en comunidad, dando importancia primaria a la Eucaristía, el Oficio Divino y el Santo Rosario -y a la mediación personal. Algunos meses antes de morir, un hermano de otra comunidad le pidió un consejo espiritual. Respuesta en voz alta: “Mantén la fe”. Este hermano notó que cuando el celebrante principal levantaba la Sagrada Forma en la Misa, Fray Tejón decía en voz alta: “Yo creo”.
Tuvimos el placer de tratar con Fray Tejón como hermano, superior, compañero de trabajo, y como “espiritual”. Era estudioso, orante y compasivo. Con carácter algo fuerte, que fue controlando ascendentemente con la gracia del buen Dios y su humilde cooperación. Algo reservado, era humilde, silencioso -y muy responsable y competente. Tambien era alegre y con un sentido de humos único, acompañado de una media-sonrisa encantadora.
Un gran amigo de Fray Guillermo -fiel laico-, al enterarse de la triste noticia de la muerte de su amigo, escribió: Era “un hombre exquisito, una persona incomparable, con una hondura de corazón insondable, con una espiritualidad inquebrantable. Un fraile ejemplar y una persona insustituible”. Una dominica laica, que le conocía muy bien: Él fue “un regalo enriquecedor para la humanidad”. Un cercano compañero de camino lo describe así: “Un hombre comprometido, entregado, conciso”.
Antes de cerrar este semblante incompleto de nuestro hermano Fray Tejón (RIP), nos vienen a la memoria estas palabras muy significativas: “Por su muerte y resurrección, Jesús convirtió la puesta de sol en salida” (Clemente de Alejandría); ciertamente, “La muerte no es extinguir la luz, sino apagar la lámpara porque ha llegado el amanecer” (R. Tagore).
“Allí no habrá noche. No les hará falta luz de lámpara ni luz del sol, porque los ilumina el Señor Dios y reinarán por los siglos de los siglos” (Ap 22:5).
Antes de morir, Santa Clara dijo en voz alta: “Gracias, Señor, por haberme creado”. Gracias, Dios Padre, muchas gracias por haber creado a Fray Guillermo Tejón y por darnos a muchos de nosotros el regalo de ser sus compañeros de camino. Buen Dios, Uno y Trino, que nuestro querido hermano Fray Tejón descanse en tus manos misericordiosas.