Previous Next

Renovación de la profesión simple y la institución a los ministerios de Acólito y Lectores

Imprimir
Inicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivado
 

El 15 de mayo, durante la misa conventual en el Priorato de San Alberto, presenciamos la renovación de la profesión simple y la institución a los ministerios de Acólito y Lectores de Fray Martín y Fray Gregorio. El Prior Provincial presidió la misa conventual y ante la derecha se dirigió a los hermanos de la siguiente manera:

Estamos llamados a ser santos y ese fue nuestro compromiso cuando hicimos la profesión simple. Además, asumimos la responsabilidad de dejar que nuestras vidas se caractericen por el amor y por dar testimonio en todo lo que hacemos. Cuando esté a punto de renovar su profesión religiosa y recibir los ministerios de Lector y Acólito, le deseo un compromiso con el servicio que implica este llamado y una fe firme en la Palabra.

Hay muchas maneras de dar testimonio, pero debemos recordar que no pertenecemos por completo a nosotros mismos. Los ministros de Cristo no pueden aislarse del pueblo. Por lo tanto, permita que todo en usted y en su servicio se abra a Dios. Recuerda que debes proclamar la Palabra de Dios y servir en el altar en la Eucaristía donde Jesús se hace presente a través de su Palabra y en el don de sí mismo.

En el último capítulo provincial, vimos la urgencia de aclarar el concepto de misión, tan esencial para nuestra identidad. Una comprensión e interpretación claras de este carisma favorecerán las relaciones fraternas entre nosotros y ayudarán a la renovación del carisma misionero que profesamos. No podemos permanecer indiferentes ante el desafío de la predicación y la evangelización. Dios te ha llamado a abrazar y discernir esta causa con generosidad en una entrega total.

Sea valiente en su misión, firme en el compromiso y auténtico en su fe como expresión de su amor por Aquel que lo ha llamado y le asegura su apoyo constante a través de la gracia del regalo. Antes de que fuéramos creados, él nos conocía y nos permitía llegar a la existencia. ¿Puedes imaginar una señal más grande del amor del Padre? Tal generosidad, amor y alianza requieren de usted una respuesta generosa en libertad y la determinación de seguir siendo suyos hasta la muerte.